sábado, 31 de diciembre de 2016

LO PEOR DEL 2016

Como mencionaba en la entrada anterior, este 2016 se ha caracterizado por las muchas decepciones que ha habido. Y es que tantas secuelas sin chispa han terminado por cansar.
Así, antes de hablar de lo realmente malo que se ha podido ver en este año que está a punto de terminar, podemos repasar brevemente los principales fracasos, donde quedarían fuera títulos como La hora decisiva que, tras el varapalo de Estados unidos no se ha llegado siquiera a estrenar aquí.
Encabezando la lista, por supuesto, hay títulos tan ¿ilustres? Como el remake de Ben-Hur, la locura alucinógena de Dioses de Egipto o la ingenuidad de Spielberg con Mi amigo el gigante.
Hablaba de secuelas, y muy poca gente ha visto las secuelas de las Tortugas ninja, Blancanieves, Alicia, Zoolander o Divergente. No ha llamado mucho la atención el regreso de Bidget Jones o de Jason Bourne y cosas como Mechanic ni se suelen tener en cuenta en estas listas.
También han fracasado películas que no lo merecían, como Aliados, Marea Negra o el reboot de Cazafantasmas, y lo que ha pasado con Warcraft ya es de sobras conocido. Y por ahí andan también Independence Day, Los hombres libres de Jones, Ahora me ves 2 o La leyenda de Tarzán.

Sin embargo, si hablamos de películas verdaderamente malas entre lo que yo he visto (y las recientes Mine, Belleza oculta y Villaviciosa quedan fuera de la lista porque es Navidad y me siento muy caritativo) son:
-La quinta ola. Una actriz competente no es suficiente para salvar un despropósito tan grande que ni se convertirá en saga, como se pretendía, ni será recordada más que para echarse unas risas con sus estupideces.
-El futuro ya no es lo que era. Normalmente Dani Rovira tiene gracia, pero ni su disfraz de fantoche era capaz de provocar una leve sonrisa en una tontería supina que encima pretendía tener un toque sentimental.
-Blair Witch. Me duele meter en la lista una película de Adam Wingard, pero lo cierto es que esta nueva versión de La bruja de Blair es una siempre copia y pega de la anterior, pero aún más mala. Ni un susto, pero bostezos los que queráis.
-Los visitantes la lían. Sin palabras. Ya hablé de ella en su momento y no se merece más tiempo. Basura total.
-Agente contrainteligente. El humor más cafre y desagradable que uno se puede imaginar que estuvo a punto de hacerme abandonar la sala e más de una ocasión. Simplemente horrible.
Y esto es todo. Seguro que hay muchos más despropósitos, pero la mayoría se han borrado de mi memoria, a Dios gracias. No he incluido algunos títulos vistos en Sitges que nunca llegarán a las salas comerciales, pero esas juegan en otra liga.

¿Y vosotros? ¿Con cuál habéis sufrido más?

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