lunes, 25 de abril de 2016

EL SECRETO DE UNA OBSESIÓN: Digno remake

Resulta difícil valorar esta película y ser justos con ella, ya que todo título merece ser juzgado por sí mismo y no en relación a sus antecedentes, pero el hecho de que El secreto de una obsesión sea un remake de la estupenda El secreto de sus ojos la condiciona demasiado.
Tratando de ignorar la existencia de la cinta de Campanella, la versión que Billy Ray ha dirigido tiene un cierto regusto a Thriller de los noventa de segunda fila que se me antoja algo desfasado. No porque tenga nada de malo en su factura, sino porque parece un poco pasado de moda, retrayéndome a films como Análisis final, Jennifer 8, Copycat… Incluso la elección de sus actrices protagonistas así parece demostrarlo. Estamos hablando de una película que lleva seis meses en espera de su estreno y que en los propios USA pasó muy desapercibida pero, ¿se imaginan la repercusión que en esos noventa habría tenido una película que reuniera en su elenco a Julia Roberts y Nicole Kidman?
Aunque Juan José Campanella figura en los créditos como productor ejecutivo, imagino que habrá influido directamente en la película tanto como Jaume Balagueró lo hizo en Quarentine, el remake fotocopiado de REC. Sin embargo, a Billy Ray se le nota la devoción que sentía por la película argentina y ha cuidado con precisión algunos detalles de manera que, por más que el argumento tome en algún momento un camino diferente al de la original, sí recrea alguna escena de forma milimétrica, provocando una sonrisa al espectador que conserve fresca en su memoria El secreto de sus ojos.
Protagonizada por Chiwetel Ejiofor, que hereda el papel de Ricardo Darín, estamos de nuevo ante una historia contada en dos épocas: la actual, en la que Ray Casten está trabajando en el sector privado, y los recuerdos de un brutal asesinato acometido hace trece años, cuando Casten era investigador del FBI. Acompañado por su colega  Bumpy (Dean Norris) y bajo la permisividad más o menos intencionada de la nueva fiscal del distrito, Claire Sloane (Kidman), el cuerpo violado y sin vida que encuentran es el de la hija de la compañera y amiga de Casten en el FBI, Jessica Cob (Roberts), en la diferencia más evidente con respecto al film de Campanella.
Un turbio asunto que derivará en la obsesión a la que hace referencia el título (elegido para no confundirlo con la película argentina, ya que en inglés sí se ha llamado Secret in their eyes) y que funciona relativamente bien mezclando drama y suspense y donde los actores realizan un buen trabajo, aunque sin llegar ninguno a la maestría.
Más que ensuciar el recuerdo de la película anterior, como sucede en la mayoría de remakes estadounidenses, la película ofrece un punto de vista más moderno (ahí están las referencias a la paranoia post 11S) y americano, aunque se diluye en el tono poético que rondaba el film de Campanella (el juego de las puertas abiertas o cerradas, por ejemplo) mientras que la historia amorosa pierde fuelle al no estar bien cerrada. Casi se podría decir que, en la comparativa, El secreto de una obsesión sale bien parada en sus formas pero carece del alma que hizo de El secreto de sus ojos una pieza imprescindible en la filmografía argentina y un éxito internacional que no va a conseguir su homónima americana.
Con todo, es suficientemente digna como para merecer su visionado, aunque su limitada distribución tampoco invite demasiado a ello.

Valoración: Seis sobre diez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario