lunes, 4 de mayo de 2015

THE GUEST (7d10)

Ya hable ligeramente de esta película a raíz de su paso por Sitges 2014, aunque tras el éxito cosechado en el Festival de Cinema Fantàstic de Catalunya quise esperar a su anunciado estreno comercial para poderla analizar más en profundidad, no esperando que este fuese tan limitado y fugaz.
Dirigida por Adam Wingard, quien destacó como realizador por Tú eres el siguiente y cuyos trabajos hemos podido ver también en diversos segmentos de V/H/S y The ABC’s of Death, la película supone un claro homenaje a las películas de videoclub de los años ochenta, a ese tipo de cine de serie B que pasaba de puntillas (o simplemente no pasaba) por las carteleras pero que luego el boca a oreja las convertían en las grandes estrellas en el formato doméstico.
Ya su argumento no puede ser más simple y tópico: un joven aparece en la vida de una familia americana para seducirlos con su labia y sus aptitudes de manera que cuando se descubra su lado turbio ya sea demasiado tarde. No hay ningún spoiler en esta frase, pues el propio director, con un hábil uso de la música y merced al rostro camaleónico de Dan Stevens, se asegura de que nos quede bien claro desde el primer momento.
Podría decirse sin temor a equivocarnos que todo en The Guest es una absoluta tontería, un sinsentido que se sostiene por los pelos y con un gran esfuerzo de credulidad por nuestra parte, pero lo cierto es que da lo mismo. Wingard y Stevens se las apañan para que rizar el rizo que proponen sea sumamente divertido, burlándose incluso de los estereotipos y dándonos simplemente lo que queremos, una buena dosis de humor y mala leche con un final adrenalítico en un improbable escenario de Halloween de instituto.
Perfecta es la labor de Wingard para “colarnos” su aventura, pero de nada le valdría un buen trabajo tras las cámaras si no hubiese contado con el talento de Dan Stevens, un actor poco conocido hasta la fecha pero con un prometedor futuro. Stevens es el invitado a quien se refiere el título pero, por encima de eso, es el alma de la fiesta que es en realidad la película. Stevens es tan guapo como macarra, tan seductor como inquietante, representando tanto la figura del mejor amigo o el vecino perfecto como el mayor y más aterrador hijioputa del barrio. Una sonrisa, una mirada, que se transforma en menos de un segundo.
Rematando la jugada con una inteligente banda sonora, The Guest contiene todo aquello de lo que Obsesión carecía, esa peliculilla de hace unas semanas protagonizada (es un decir) por Jenifer Lopez que venía a mostrar un planteamiento más o menos parecido, como si ambas películas fuesen las dos caras de una misma moneda, pero que pese a haberse estrenado con mucho más rebomborio resultaba a la fin una pésima caricatura de esta.
The Guest posee toda la cutrez de cine más vacilón de los ochenta pero con un bonito envoltorio y como tal hará las delicias de todos aquellos que no pidáis a la peli más de lo que promete, una hora y media de violencia y diversión. Una película, en fin, para pasárselo bomba escudados ante un buen tanque de palomitas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario