jueves, 14 de mayo de 2015

EL GURÚ DE LAS BODAS (5d10)

Debo confesar que me acerqué a esta película sin la más mínima esperanza de encontrarme con algo más que un nuevo bodrio escatológica con pretensiones de comedia gamberra sin la más mínima gracia, estirando aún más el chicle (¿volvemos a hablar de burbujas?) de las comedias relacionada con las bodas y/o las despedidas de soltero.
Sin embargo, menos gamberra de lo que podría ser, El gurú de las bodas es lo suficientemente entretenida y divertida como para merecer cuando menos el aprobado, con unos personajes simpáticos (muy graciosa esa alusión a Los Goonies) y una pareja protagonista con gran química entre ellos.
Sin necesidad de recurrir a escenas de dudoso gusto (dejemos la historia del perro como aislada excepción), la historia de un perdedor a punto de casarse con una mujer muy por encima de sus teorías posibilidades (la Penny de The Big Bang theory) que debe contratar a una empresa que le consiga falsos amigos funciona francamente bien, consiguiendo que un tipo tan cutre y desastroso sea fácilmente identificable y dando una vuelta de tuerca al concepto del patético perdedor al que estamos acostumbrados (y es que, ¿quién es el auténtico perdedor de la película?).
No es cuestión de volvernos locos y poner las película por las nubes, pero escenas como la del baile, personajes como la prostituta del este y la presencia (esto es ya cuestión de alianza personal, lo reconozco) de Jorge García justifican sobradamente su visionado si lo único que pretendemos es pasar un rato divertido con una comedia bastante blanca y con toque sensiblero en su tramo final.
Podría haberse sacado más de la historia, desde luego, pero estamos tan acostumbrados a que nos den mucho menos que este poco sabe a mucho.

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