viernes, 4 de julio de 2014

MANIAC * (5d10)

Resulta evidente que Elijah Wood busca desesperadamente deshacerse de su papel de Frodo de El Señor de los Anillos, y para ello qué mejor que refugiarse en el cine de suspense o terror, ya sea como víctima (en Gran Piano y, en breve, Open Windows, curiosamente ambas españolas) o como psicópata (ya lo fue en Sin City). 
Por eso no es de extrañar que haya accedido a interpretar al enfermizo protagonista de Maniac, remake de la película homónima de 1980, que en la versión actualizada de Franck Khalfoun cuenta con la novedad de estar planteada desde el punto de vista del asesino, no solo argumentalmente sino también visualmente.
El mayor acierto de Khalfoun es conseguir hacer interesante el cansino recurso de la cámara en mano, logrando que esta resulte ágil y sorprendente y permitiéndonos entrar en la mente de Frank, un restaurador de maniquíes perturbado incapaz de huir de sus instintos más oscuros.
Así, la película resulta perturbadora y enfermiza, pero no es suficiente para destacar en un género donde ya está todo visto. Hoy en día nadie se inquieta ya ante la imagen de mujeres mutiladas y la generosidad de la sangre, y los sustos contenidos son efectivos pero escasos. 

De esta manera, Maniac logra ser por momentos desasosegante y repulsiva, pero no inventa nada más allá de la cámara subjetiva (original aunque en ocasiones tramposa), por lo que no deja de ser una más del montón, sádica y sin un ápice de humor pero definitivamente previsible.

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